Y cuando las palabras falten,
y se mueran lo sueños,
se congele el infierno,
y los escritores sin trabajo se queden.
O peor, cuando ellas sobren
cuando la siguiente palabra,
ya estuviera dicha,
cuando no quede nada por decir,
cuando todo ya este dicho,
es mejor apartarse y caminar,
mirar el cielo sin poder gritarle,
mirar sus ojos sin poder decirle,
que son mas bellos sus ojos,
que el cielo infinito que se tiñe
en el ocaso de rojo y amarillo.
Cuando las palabras sobren
o se mueran los sueños,
estaremos lejos;
sin palabras.
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